Si miras el mapa de Croacia, en el norte, verás una especie de oreja que se adentra en el mar, frontera con Eslovenia y luego con Italia. Es la península de Istria. Muchos viajes a Croacia -entre ellos el primero que hice yo mismo- se saltan este sorprendente accidente geográfico quizá llevados por el ansia de llegar a la esperada costa croata y sus islas. Después de enmendar el error en dos viajes posteriores, os propongo estos 4 lugares indispensables para visitar en la península de Istria.
1. Piran
Piran se encuentra en la pequeña franja al norte de Istria que pertenece a Eslovenia. Es una pequeña población donde ya podemos saborear el Adriático en su máximo esplendor. Callejuelas estrechas llenas de encanto que desembocan en la sorprendentemente amplia plaza Tartini, en honor al compositor. Y a sus pies, para mí lo mejor de la visita: su sereno muelle que debes recorrer en tu vehículo para llegar al centro (de pago para coches, gratuito para motos).
Si ascendemos por las estrechas calles de Piran, llegaremos a la Iglesia de San Jorge, con el característico campanario de estilo veneciano separado del templo. Desde allí arriba podremos contemplar todo el casco urbano por un lado, o incluso el Adriático con los Alpes al fondo si miramos hacia el norte. O darnos un paseo por sus murallas, que la circundan por ese lado.
2. Poreč
Ya en territorio croata, el núcleo histórico de Poreč encierra varios tesoros muy recomendables. Conserva la estructura típica de los pueblos romanos, con sus dos calles principales cruzándose. De hecho una de ellas, la más concurrida, sigue llamándose Decamanus. Decenas de bares, restaurantes y puestecitos de souvenirs se encuentran en esta calle, aunque la recomendación sería perderse por los callejones aledaños.
Pero lo que no podemos dejar de visitar en Poreč es la Basílica Eufrásica. Es un complejo que además de la propia basílica incluye el baptisterio, el campanario y un palacio. La visita está muy bien indicada pasando por todos ellos, comenzando por el baptisterio y siguiendo por el campanario, desde donde se obtienen unas inmejorables vistas de la población.
El palacio incluye muestras de mosaicos del siglo IV, de un gran valor artístico e histórico, como este pez que representa el símbolo de los primeros cristianos.
De todas formas, la joya de la corona la constituye la propia basílica Eufrásica y sus mosaicos bizantinos del siglo VI, del mismo estilo de los que se pueden ver en San Marco en Venecia. Dotan a todo el ábside así como al baldaquino de un maravilloso color dorado, representando varias escenas del Nuevo Testamento, además del propio San Eufrasio con una maqueta de su basílica.
3. Rovinj
Si una de las poblaciones de la península de Istria tiene un potencial fotogénico extremo, esa es Rovinj. Situada en un promontorio, no deberíamos, bajo ninguna circunstancia, perdernos la vista de todo el conjunto desde el muelle de Aldo Rismondo. Casas de colores pastel, con ese elegante deslucido típico veneciano juntamente con el campanario formado también por una auténtica torre veneciana. No olvidemos que toda esta península fue territorio perteneciente a la República Veneciana en el siglo XVIII.
Si queremos perdernos por sus callejuelas, no hay nada mejor que disfrutar de su casco antiguo.
4. Pula
Es la ciudad más grande de Istria, y quizá la que alberga las joyas históricas más sorprendentes. Sin duda destaca su gran anfiteatro, el cuarto más grande de la época romana, que emerge entre sus calles casi sin avisar. Quizá no tiene la complejidad del Coliseo de Roma, pero su estructura de triple arcada lo hace un lugar de visita obligada. No así su interior, que para mí pierde su interés tanto fotográfico como histórico, ya que allí suelen celebrarse multitud de conciertos y representaciones, afeando el interior ya de base algo deslucido con los escenarios y montajes.
Pula además nos ofrece un par de perlas romanas de excepcional interés en sus calles del casco antiguo. Uno es el Arco de los Sergios, un pequeño arco del triunfo que nos encontramos en una de las callejuelas. Y el otro es el Templo de Augusto, situado en una bonita plaza con terrazas y algún que otro edificio interesante.
En definitiva, la península de Istria presenta alicientes más que suficientes como para no saltárnosla en nuestro camino a la costa adriática de Croacia. Además, recorrer su carretera de la costa, fundamentalmente en la vertiente oriental, es toda una delicia. Os dejo con unas pocas imágenes en vídeo:
El Rutómetro de Jaus 